Mitos y leyendas de Portugal
Como ya sabéis quienes nos leéis a menudo, en Hambre de Viaje somos unos enamorados de Portugal y nos encanta descubrir sus secretos. En esta ocasión, vamos a contaros algunos de los mitos y leyendas más interesantes de su cultura histórica. Con ellos esperamos despertar vuestra curiosidad por saber más de nuestro país vecino y observar en cuánto nos diferenciamos de ellos y cuánto tenemos en común. Algunos de estas historias ficticias han llamado nuestra atención por lo particular y curioso -como la Leyenda de los Tripeiros, por ejemplo- y otras porque incluyen personajes y relatos que nos resultan familiares, como la Leyenda de Santarém. Otros mitos más conocidos como el del Galo de Barcelos o Zé Povinho, los desarrollaremos en próximas entradas. Sin más preámbulos, os invitamos a dar rienda suelta a vuestra imaginación con la lectura de esta selección de narraciones fantásticas sobre Portugal:
Viriato y los lusitanos
Los lusitanos eran pueblos de varias tribus que habitaban en el oeste y noroeste de la Península Ibérica antes de que estas tierras fuesen conquistadas por los romanos. Desde niños trabajaban como pastores, pero, a medida que crecían, eran entrenados para la caza y, finalmente, como guerreros. Estos pueblos -y los bárbaros en general- tenían una forma de luchas muy aguerrida y siempre ofensiva y estaban continuamente luchando contra otras tribus por la conquista de tierras. Pero cuando los romanos llegaron y empezaron la conquista de la Península Ibérica, estas tribus se unieron entre sí para luchar contra la amenaza romana.
Los lusitanos, conocedores de sus terrenos, comenzaron una guerra de guerrillas y, poco a poco, se volvieron fuertes contra Roma. Entre ellos hubo un guerrero -antes pastor- que destacó en esa lucha contra los romanos: Viriato.
Viriato se convirtió en el líder de los lusitanos, además de por ser un gran guerrero, por seguir principios de honestidad y cumplir siempre con los tratados y alianzas que firmaba con otros pueblos. Por eso, detestaba que los romanos no cumpliesen con su palabra. Viriato empezó defendiendo sus montañas pero, más tarde, pasó al ataque, con varias victorias de gran éxito contra el ejército romano.
Después de muchos años de intensa lucha, Viriato, cansado de tantas batallas, y los romanos, hartos de perder tantos hombres, intentaron llegar a un acuerdo. Viriato envió a Roma a tres comisarios de su confianza. Entonces, el general Cepión recurrió al soborno de estos comisarios y les prometió una gran recompensa a cambio de matar a Viriato. Y así sucedió: Viriato fue asesinado mientras dormía.
De los lusitanos poco ha quedado en el país que hoy se llama Portugal, con excepción del gentilicio "lusos" y del conocido personaje de Viriato, al que muchos asocian con la ciudad de Évora o con la de Viseu, aunque se desconoce totalmente su fecha de nacimiento y el sitio exacto donde nació. (Foto: Estatua de Viriato en Viseu -wikipedia.pt-)
Leyenda de la Serra da Estrela (Sierra de la Estrella)
Cuenta la leyenda que existía un rey al que le llegó la noticia de que todas las noches un pastor en lo alto de la sierra hablaba con una estrella. El rey mandó llamar a ese pastor para ordenarle que le diese esa estrella y, a cambio, recibiría muchas riquezas. El pastor rechazó la oferta porque prefería ser pobre a perder su estrella. Volviendo a su cabaña, el pastor escuchó a la estrella cantar una dulce melodía. Ella tenía miedo de que el pastor se dejase llevar por la ambición de la riqueza. El pastor se lo negó y sonrió con aquel pensamiento de la estrella. Entonces prometieron ser siempre amigos y el pastor exclamó: "De hoy en adelante, esta sierra pasará a ser la Serra da Estrela". Según la leyenda, en lo alto de la sierra, aún hoy, se ve una estrella que brilla de manera diferente a las otras, en busca de su amigo. (Foto: Sierra da Estrela -visitportugal.pt-)
Leyenda de los Tripeiros
Aquel que conozca un poco la cultura portuguesa sabrá que los lisboetas son conocidos como "alfacinhas" y los portuenses como "tripeiros". Pero, ¿conoces el posible origen de este apodo de los habitantes de Porto?
En el año 1415, se construían en los márgenes del Duero las naves que debían llevar a los portugueses a la conquista de Ceuta -y, más tarde, a los Descubrimientos-. El motivo por el que se hacían estos barcos era secreto en los astilleros. Entre los trabajadores se barajaban muchas hipótesis, pero ninguna era la correcta. Fue entonces cuando el Infante D. Henrique apareció en Porto para supervisar el trabajo y, aunque se mostró satisfecho con el esfuerzo, pensó que se podría hacer algo más. Llamó al maestro Vaz, su fiel encargado de la construcción de los navíos, para contarle las verdaderas y secretas razones por las que se estaba construyendo la flota: la conquista de Ceuta. Les pidió a él y a sus hombres más empeño y Vaz le aseguró que harían lo mismo que habían hecho durante la guerra con Castilla: dar toda la carne de la ciudad a la flota y comer ellos solo tripas. Este sacrificio les valió el apodo de "tripeiros" y, conmovido, el infante D. Henrique consideró este nombre una verdadera honra para el pueblo de Porto. (Foto: Porto -visitportugal.pt-)
Leyenda de Santarém
Santarém fue una antigua ciudad lusitana por la que pasaron romanos, alanos, vándalos, suevos y árabes, hasta convertirse al cristianismo en 1147. Esta leyenda se remonta al año 1215 a.C., durante el reinado del príncipe Gorgoris. Un día, Ulises de Ítaca llegó por el río Tajo con sus navíos y decidió parar a descansar antes de volver a Grecia. Huésped de honra de Gorgoris, Ulises conoció a su hija Calipso, de la que se enamoró.
Del amor de Ulises y Calipso nació Ábidis. Cuando Gorgoris se enteró de lo sucedido, persiguió a Ulises para castigarlo, pero este huyó hacia Ítaca. Para esconder la deshonra de su hija, Gorgoris mandó tirar a Ábidis al río Tajo dentro de un cesto. El cesto llegó hasta una gruta donde vivía una loba, que adoptó al niño, lo amamantó y lo protegió. El niño creció y vivió feliz en la naturaleza, hasta que un día unos cazadores sorprendieron a ese niño salvaje, lo capturaron y lo llevaron ante Calipso, su madre. Calipso reconoció por una marca de nacimiento a Ábidis, su hijo abandonado. Cuando supo que su nieto había sido encontrado, Gorgoris, que no tenía heredero varón, decidió educarlo como su sucesor. Ábidis se convirtió en el rey de los lusitanos y mandó edificar una ciudad en el sitio donde vivió sus veinte primeros años de vida. A esa ciudad la llamó Esca-Ábidis, "manjar del príncipe Ábidis", el primer nombre de la ciudad de Santarém, cuyos habitantes son hoy conocidos como escalabitanos. (Foto: Santarém -visitportugal.pt-)
Del amor de Ulises y Calipso nació Ábidis. Cuando Gorgoris se enteró de lo sucedido, persiguió a Ulises para castigarlo, pero este huyó hacia Ítaca. Para esconder la deshonra de su hija, Gorgoris mandó tirar a Ábidis al río Tajo dentro de un cesto. El cesto llegó hasta una gruta donde vivía una loba, que adoptó al niño, lo amamantó y lo protegió. El niño creció y vivió feliz en la naturaleza, hasta que un día unos cazadores sorprendieron a ese niño salvaje, lo capturaron y lo llevaron ante Calipso, su madre. Calipso reconoció por una marca de nacimiento a Ábidis, su hijo abandonado. Cuando supo que su nieto había sido encontrado, Gorgoris, que no tenía heredero varón, decidió educarlo como su sucesor. Ábidis se convirtió en el rey de los lusitanos y mandó edificar una ciudad en el sitio donde vivió sus veinte primeros años de vida. A esa ciudad la llamó Esca-Ábidis, "manjar del príncipe Ábidis", el primer nombre de la ciudad de Santarém, cuyos habitantes son hoy conocidos como escalabitanos. (Foto: Santarém -visitportugal.pt-)
Leyenda de la Fonte da Moura (Fuente de la Mora)
La antiquísima Fonte da Moura -que aún hoy existe en los alrededores de Santarém- tiene su origen en la historia de la persecución de los moros por parte de D. Afonso Henriques (primer rey de Portugal), tras conquistar la ciudad. Un grupo de caballeros, liderado por el joven rey, viajaba desde hacía unos días por los campos cuando, muertos de sed, buscaron una fuente. Encontraron entonces a una joven mora fugitiva que, al ser preguntada por la fuente más próxima, les dijo que estaba muy muy lejos. Además, añadió en tono de desafío que, si el Dios de los cristianos era tan poderoso, hiciese nacer allí mismo una fuente y, tal vez entonces, ella se convirtiese. D. Afonso Henriques se retiró a rezar y, de repente, se escuchó un ruido sordo y se vio un chorro de agua limpia y fresca que formó un pequeño regato. Los caballeros se arrodillaron frente al milagro y la joven mora, que lloraba de emoción, prometió dedicar su vida al Dios cristiano. La fuente quedó conocida por siempre como la Fonte da Moura (Fuente de la Mora). (Foto: Estatua de Dom Afonso Henriques en Guimarães -wikipedia.pt-)
Leyenda de São Martinho
Según reza la leyenda, durante un día frío de otoño, un soldado romano llamado Martinho recorría su camino montado a caballo cuando se encontró con un mendigo hambriento y muerto de frío. El generoso soldado se quitó la capa, la cortó a la mitad con su espada y cubrió al mendigo con una de las dos partes. Más adelante, se encontró con otro pobre hombre en la mista situación y le ofreció la otra mitad. Sin capa, Martinho continuaba su viaje sufriendo el viento cuando, de repente, como por un milagro, el cielo se abrió, alejando la tempestad. Los rayos del sol comenzaron a calentar la tierra y el buen tiempo se prolongó durante cerca de tres días. Desde entonces, todos los años, sobre el día 11 de noviembre, llegan a Portugal esos días de calor, a los que se les conoce como "Verão de S. Martinho" (Verano de S. Martinho). (Foto: Azulejos con motivos de S. Martinho -ciberduvidas.pt-)
Leyenda de D. Sebastião
Una de las leyendas más conocidas y utilizadas en Portugal es la del rey D. Sebastião y el sebastianismo. El sebastianismo fue un movimiento que tuvo lugar en Portugal en la segunda mitad del siglo XVI como consecuencia de la muerte del rey D. Sebastião en la Batalla de Alácer-Quibir, en 1578, donde no fue encontrado el cadáver del monarca. Por falta de herederos, el trono portugués terminó en manos del rey Felipe II de España.
Al no ser encontrado el cuerpo del rey D. Sebastião, el pueblo comenzó a creer que podría no estar muerto. Por eso, el sebastianismo consiste en esa esperanza del pueblo portugués en la venida de un mesías salvador y se traduce en una inconformidad con la situación política vigente y una expectativa de salvación, aunque milagrosa, a través de la resurrección de este muerto ilustre.
Un falso cuerpo del rey fue movido hasta Belém, pero el pueblo nunca lo aceptó, divulgando la leyenda de que el rey aún se encontraba vivo, esperando el momento justo para volver al trono y alejar el dominio extranjero.
Varios oportunistas intentaron hacerse pasar por el "Deseado", como pasó a ser conocido el rey, en la tentativa de obtener beneficios personales, pero, una vez descubiertos, fueron condenados a muerte. En 1640, Portugal volvió a ser independiente y el movimiento se empezó a desvanecer, pero el sebastianismo sigue presente en la mentalidad de los portugueses y, todavía hoy, podemos encontrar referencias a este movimiento en muchos aspectos de la cultura portuguesa como, por ejemplo, en la literatura. Este movimiento describe a la perfección la creencia de los portugueses en que la situación política y social irá a mejor. (Foto: Retrato de D. Sebastião -wikipedia.pt-)
que buen artículo, te invito a mi blog www.mochilerofutbolero.com donde encontrarás todo lo referente a viajes de fútbol
ResponderEliminar¡Muchas gracias! Nos ha gustado mucho tu blog, también somos muy futboleros. Un saludo
EliminarMe encanta tu entrada, es muy interesante. Soy otra enamorada de Portugal y apasionada de sus zonas verdes, leyendas y monumentos. Hace poco estuve en Lisboa y me sentí una tristeza tremenda al abandonarla, está llena de historias de supervivencia y leyendas misteriosas. Os animo a visitarla viajeros, es una ciudad preciosa. Particularmente me quedó con el misterio del Convento Do Carmo. Comparto un tour que hice y que estuvo genial, https://whiteumbrellatours.com/es/lisboa-tours/tour-gratis-lisboa/. Enhorabuena por el trabajo. Saludos.
ResponderEliminar