Cuacos de Yuste: el retiro del Emperador

Para continuar con nuestra visita a La Vera, decidimos desplazarnos desde Jaraíz de la Vera (donde nos hospedábamos) hasta Cuacos de Yuste. Esta localidad de menos de 1.000 habitantes nos sorprendió por su naturaleza y por su rico patrimonio cultural. De hecho, está declarada Conjunto Histórico-Artístico. Además, si por algo es conocido Cuacos de Yuste, es porque fue el último lugar de descanso escogido por el Emperador Carlos V de Alemania y I de España. Por todo ello y por mucho más, os aseguramos que merece la pena perderse en esta encantadora villa extremeña.

¿Qué visitamos?

• Monasterio de San Jerónimo de Yuste. Este espectacular monasterio jerónimo se fundó a comienzos del siglo XV. Goza de una gran fama internacional, dado que el emperador Carlos V eligió este lugar enclavado en plena naturaleza extremeña como retiro religioso para sus últimos años de vida. De hecho, fue aquí donde murió el 21 de septiembre de 1558. Destacan la sencillez arquitectónica y los maravillosos espacios naturales. Especialmente curioso resulta el conocido como "Cuarto Real", situado justo al lado de la iglesia y con un pequeño acceso a ella para que el Emperador pudiera escuchar misa desde su cama. Desde el año 2004, el Monasterio de Yuste es Patrimonio Nacional y Europeo. Eso sí, no sabemos por qué, pero nada de fotos interiores.

• Cementerio Militar Alemán. Un poco más abajo del Monasterio está situado este cuanto menos curioso camposanto. Y quizá alguno se pregunte, ¿qué pinta un cementerio militar alemán ahí? A partir del año 1980, el gobierno alemán y el Volksbund emprendieron la tarea de reunir los cuerpos de los soldados de su país caídos en batalla en España durante la I y la II Guerra Mundial y que se encontraban repartidos por diferentes puntos de nuestra geografía. En las cruces de granito (todas exactamente iguales y dispuestas en riguroso orden) aparecen grabados los nombres de aviadores, marinos, submarinistas y otros soldados, hasta llegar a un total de 180 hombres.

• Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. Es uno de los templos más curiosos de la comarca, debido a su diversidad de estilos. El conjunto está compuesto por la iglesia con una torre y una sacristía, construidos en diferentes etapas. Su interior fue totalmente reformado en época barroca.

• Plaza de Juan de Austria. Se trata de una plaza muy peculiar, de forma semicircular y con varias casas de arquitectura típica, entre las que destaca la Casa Jeromín, donde habitó D. Juan de Austria, hijo bastardo de Carlos V. La plaza se sitúa en lo alto de una roca y ha sido recientemente reformada con graderíos y un escenario donde se realizan eventos de distinto tipo.

• Plaza de España. Es una plaza porticada, con varios pilares procedentes del Monasterio de Yuste. En el centro se encuentra una fuente-pilón, característica en esta comarca de La Vera. 

• Mansión de Rafael Castaño. Es una casa señorial de estilo renacentista que perteneció al escribano del pueblo a principios del siglo XVI.

¿Dónde "comimos"?

• Bar La Posada. Llegamos a Cuacos con la idea de comer por allí para poder disfrutar de la gastronomía típica de la zona. Sin embargo, nuestra sorpresa fue que en el casco antiguo de la localidad solo nos topamos con dos bares. Uno de ellos fue La Posada, donde nos sentamos a equilibrar el PH para poder continuar con nuestra visita. Pedimos una caña y una copita de vino blanco, con las que nos pusieron unos calamares recalentados. No nos terminó de convencer el sitio y decidimos pedir la cuenta. Además, por la noche cerró antes de las 12, algo que nos sorprendió realmente.

¿Qué nos trajimos?

• Cerveza Yuste (6'5%) junto con sus vasos. Cerveza de estilo ale de abadía, confeccionada a partir de la receta que Carlos V trajo del estilo de Flandes al Monasterio de Yuste. Para ser una cerveza tan comercial (la produce Heineken España), no está mal, aunque es mejorable. Eso sí, los vasos son muy bonitos. Si sabes buscar por el pueblo, la puedes encontrar por 1'50€, aunque hay establecimientos que se aprovechan y la sirven a 3'50€.

• Muchos recuerdos y una buena clavada, jeje