Elvas: descubrir sus encantos sabe así de bien

Elvas es una ciudad portuguesa muy próxima a la frontera con Extremadura (apenas nos separan unos 10 kilómetros aproximadamente). Es un municipio pequeñito, pero cargado de historia, monumentos y paisajes espectaculares. De hecho, en 2012 fue declarada por la UNESCO ciudad Patrimonio Mundial, debido a sus increíbles fortificaciones de los siglos XVI y XVII. A pesar de que lo pateamos solo durante unas pocas horas, debido al calor, lo disfrutamos mucho y aquí os dejamos nuestra experiencia.

Elvas

¿Qué visitamos?

  • Praça da República. Principal plaza del casco antiguo de la ciudad. Este es un buen lugar para comenzar la ruta por los distintos monumentos. Aquí se encuentra la oficina de turismo y numerosos cafés y restaurantes.
Praça da República Elvas
  • Igreja de Nossa Senhora da Assunção. La antigua catedral de Elvas comienza a construirse en el siglo XVI, concretamente en 1517. Una de las principales peculiaridades de esta construcción es que se trata de un edificio con una torre como fachada. Su interior está marcado por los estilos manuelino y  barroco y llama la atención el grandioso órgano.
Igreja de Nossa Senhora da Assunção

Igreja de Nossa Senhora da Assunção

Igreja de Nossa Senhora da Assunção

Igreja de Nossa Senhora da Assunção
  • Igreja das Domínicas. Las obras de esta pequeña iglesia comenzaron en el siglo XVI en el local donde se hallaba una antigua iglesia templaria del siglo XIII. Cuenta con una planta poco común (octogonal) y en su interior destacan los majestuosos azulejos y las tallas doradas.
  • Pelourinho. Obra manuelina del siglo XVI. Originalmente estaba situado en la Praça da República y a partir de 1852 se le fueron quitando algunas partes, debido a que el pueblo nunca vio con buenos ojos esta columna en la que se "hacía justicia" con tremenda crueldad. Los elementos retirados del monumento volvieron a su lugar más tarde y, finalmente, el Pelourinho fue colocado en la plaza Dr. Santa Clara.
Pelourinho Elvas
  • Castillo. Muy recomendable es la visita a este castillo portugués, más aun sabiendo que la entrada cuesta unos 80 céntimos. Antes de entrar, podemos disfrutar de unas maravillosas vistas gracias a la altura en la que está ubicado, algo que revela la fuerte preocupación defensiva. El castillo de Elvas ocupa y aprovecha el lugar de la antigua alcazaba árabe. Fue reedificado por D. Sancho II en 1226 y ha sido escenario de contiendas fronterizas y de importantes acontecimientos políticos.
Castelo Elvas

Castelo Elvas

Castelo Elvas
  • Capilla Nossa Senhora da Conceição. Pequeña capilla construida sobre una de las puertas de la muralla. Se trata de un edificio con mucho encanto en el que destaca el impresionante interior revestido de los típicos azulejos portugueses.
Capela Nossa Senhora da Conceição

Capela Nossa Senhora da Conceição
  • Acueducto da Amoreira. Impresionante monumento de más de 8'5 kilómetros de extensión y casi 850 arcos. Data de los siglos XVI-XVII y está considerado como el mayor acueducto de toda la Península Ibérica.
Acueducto da Amoreira

Acueducto da Amoreira
  • Murallas. Las murallas de Elvas son las mayores fortificaciones abaluartadas (traza italiana) del mundo. Es impresionante contemplar su forma y majestuosidad desde las alturas.

¿Dónde comimos?

  • Restaurante O Grémio. Situado en la Praça da República, justo al lado de la oficina de turismo, se encuentra este restaurante típico portugués. Decidimos comer en el casco antiguo y no a las afueras de la ciudad porque es en el centro donde se encuentran las tasquitas y los pequeños restaurantes con comida portuguesa casera. Pedimos dos raciones (aunque había un menú por 9€ que no estaba nada mal): una de bacalao dorado y otra de ternera à casa (al estilo de la casa), con salsa de champiñones, nata y ajo. Ambas estaban riquísimas y además eran bastante contundentes. Comimos de lujo por unos 20€ y en pleno casco histórico.
Restaurante O Grémio

Restaurante O Grémio

¿Qué nos trajimos?

  • Libros como para parar un tren. En la Praça da República nos encontramos como una especie de mercadillo donde podíamos encontrar de todo. Uno de estos puestos era de libros de segunda mano muy muy asequibles. Tanto es así que nos trajimos unos 10 libros a 1 ó 2 euros cada uno (y que nos vienen genial como docentes).
Livros
  • Muchos recuerdos y una buena reventaera jeje.


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